viernes, 12 de septiembre de 2008

Sé que tengo la mala costumbre de creer que todas las cosas que me pasan son especiales.
Sé que tengo la terrible manía de encontrarle un sentido, un porqué a todo lo que me rodea.
Sé que no somos especiales. Bueno, no soy especial. Pero siento que al vivir de esa forma la vida, dandole un sentido y tomando cada casualidad como una señal, las cosas sencillas y a veces vanales se vuelven importantes, como yo, que me vuelvo imprescindible para mí misma. Hay cosas, (que por culpa de esta extraña -ven!, aquí hay algo extraño, especial, que a lo mejor es común a muchos otros de mi epsecie- forma de conectar mi interior con mi entorno que tengo) que me han hecho cambiar, que me han hecho pensar de otra forma como quiero vivir mi vida y cuales son las cosas que realmente en ella no pueden faltar. Caminaba con una de las personas que más amo en esta vida, pensado en burbujas, en ver todo de amarillo y en la imposibilidad de chuparme el codo; y me tropiezo en plena calle con un cerro de fotografías rotas. Me llamo la atención, que todas las fotos tuviesen los mismos colores y las tomé, las ordené, y descubrí que estaba repetida más de 20 la misma foto. Era un Bautizo, y la foto mostraba a los padres (Supongo) con el bebé, Fotos rotas, destrozadas, como si ese momento no tuviese nunca que ocurrir, como si se quisiera escapar de eso. Como si fuera señal de duelo, de luto.
Entre todo aquel cerro de fotografías, conclusiones y suposiciones, me dí cuenta que quería tener un hijo, que quería ser madre, que para mí la vida cobra sentido cuando me doy cuenta que hay alguien a quien crearé, criaré y cuidaré, teniendo en claro que, por primera vez en mi vida me sentiré útil y valiosa para alguien.
Entre todo aquel cerro de fotografías, encontré mi escencia, encontré lo que quiero para mi vida, lo único que quiero para mi vida, el resto son meros detalles. El resto es accesorio.
Mi única interrogante es si reealmente estoy preparada para serlo, se dice mucho acerca de ésto, que nadie te enseña a ser madre y que no podemos aprender si no es con los errores. Pero más allá de aprender o ser la mejor del mundo,
quisiera saber si tengo que serlo hoy o cuando sea la persona independiente, trabajadora y profesional que todos quieren que sea.Si ser esa persona me hará sentir realizada realmwnte o si es verdad que personas tienen escrita en su etiqueta que nacen para ciertas cosas... y en mi etiqueta dice que yo soy esto, yo busco entregarme a otras vidas, que esta es mi escencia, que es ésto lo que me hace especial. Esto le da sentido a todo lo vivido, ésto le da sentido a mi vida.



1 comentario:

Nicolás Zamorano dijo...

Las cosas suceden cuando tienen que suceder, ni antes ni después.
Si algo he aprendido en mi vida es que no sirve planificar, proyectarse al futuro y verse de tal o cual forma, haciendo esto o aquello, estableciendo momentos y etapas a nuestras vidas como creyendo que la tenemos en nuestras manos y que podemos disponer de ella como queramos.
Al final del día, cuando las cosas pasan de formas que no esperamos -la mayor parte de las veces-, nos sentimos defraudados, descolocados y caemos al vacío sin tener idea de qué hacer o qué pensar, y nuestro castillo enorme construido en la arena se nos viene abajo.
Yo prerfiero vivir el día a día, quizás me esté equivocando medio a medio, tal vez no, pero es el mejor método que he encontrado, y lo que venga, bueno o malo, tengo que enfrentarlo de la mejor forma posible.
Como dice una cancion: whatever tomorrow brings I'll be there, with open arms and open eyes...